primer diario de mi viaje
08:33 pm, Pokhara, si es que puedo llamar aún Pokhara al lugar donde me hospedó. Alejado de todo, rodeado de mucho: grillos, perros landrando en la distancia y el ruido de los sorbos al te de gengibre limón y miel que me preparo con mucho cariño por la noche y las mañanas (junto a esas galletas gullon de la tierra que encontré en Nepal). Rodeado de montañas, los grandes Himalayas, rodeado también por el lago que tanta vida da a esta ciudad. Bien abrigado por esta mantita, bufanda, como la queráis llamar, que Natalia me dejo a tan buen precio y que se llenó de historias amor y buena energía mentiras me mantenía calentito en las frías noches de Bhagsu. Hoy hice un poco lo que me iba apeteciendo, y cada vez más doy cuenta de que es así, sin ninguna prisa y escuchándote a ti mismo y no a quien tú crees que eres, pero en realidad no lo es. Ese yo interno es el que realmente dicta a donde debes ir, ese yo es el que conecta con tu alrededor, con las personas con la naturaleza, ese estoy ...